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10/12/2024 | La Nacion
Crisis en Siria: alerta entre los empresarios argentinos que venden millones de kilos de yerba mate
El 80% de las ventas al exterior de la Argentina van a ese destino; a esta preocupación se agrega la reciente muerte del sirio Obaida Kabour, que tenía los contactos para entrar al mercado

 

La abrupta caída de Bashar al-Assad en Siria, que puso fin a cinco décadas de dominio de su familia, dejó al país inmerso en un clima de incertidumbre política y social. Con los grupos rebeldes en el poder, el panorama político es impredecible y genera inquietudes que trascienden las fronteras sirias. Entre estas se destaca la preocupación por las exportaciones argentinas de yerba mate, dado que Siria es el principal mercado de destino para este producto: alrededor del 80% de la producción argentina que se comercializa en el mercado exterior va a ese mercado.

Fuentes del sector yerbatero expresaron su preocupación por el impacto que esta crisis política pueda tener en las importaciones sirias. Sin embargo, también hay una dosis de optimismo. Muchos creen que el impacto será de corto plazo y que, con el tiempo, el consumo de yerba mate se mantendrá estable, tal como ocurrió en otros períodos de conflicto en la región. La yerba mate ya forma parte de la cultura local de Siria, es parte esencial de la vida cotidiana, y se espera que este factor actúe como un amortiguador frente a posibles caídas en la demanda.

De acuerdo con el último informe del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), más del 80% de la yerba mate argentina destinada a la exportación tiene como destino Siria, que es uno de los 23 países que importan este producto, junto con Estados Unidos, España, Líbano, Turquía, entre otros. Anualmente, desde el sector indicaron que se exportan alrededor de 30.000.000 de kilogramos de yerba mate a ese país hoy en conflicto.

En este contexto, el sector yerbatero sigue de cerca los eventos ocurridos en Siria. En diálogo con LA NACION, representantes del sector manifestaron: “Suponemos que alguna consecuencia de corto plazo va a haber, pero esperamos que sea temporal hasta que las cosas se acomoden, por los antecedentes que tenemos con otros conflictos”.

Este tipo de optimismo se basa en experiencias previas. En 2011, cuando estalló la guerra civil en Siria, en medio de la ola de protestas y levantamientos que dio lugar a la “Primavera Árabe”, el consumo de yerba mate no disminuyó. “Misteriosamente, no cayó el consumo de yerba; los sirios siguieron consumiendo mate en plena guerra. No sabemos cómo lo hacían, pero se arreglaban, se despachaba a otro puerto, no a Latakia o a los tradicionales puertos. Se recompusieron los canales de distribución”, explicaron desde la industria. De esta forma, a pesar de las dificultades logísticas y de distribución, el consumo de yerba mate en Siria logró mantenerse estable.

Sin embargo, a la incertidumbre política se suma otro factor que complica el panorama. El 30 de noviembre pasado, el empresario de origen sirio Obaida Kabour, quien dirigía el Grupo Kabour, uno de los principales exportadores de yerba mate hacia Siria, falleció en un accidente de tráfico. Kabour era considerado el “único operador” que facilitaba el acceso al mercado sirio. Según indicaron desde el sector, el empresario era quien mantenía los contactos y dominaba el monopolio de las exportaciones hacia Siria, siendo esencial para que las empresas argentinas pudieran ingresar su producto al país árabe. “Si no exportabas a través de él, era prácticamente imposible ingresar un contenedor a Siria”, explicaron desde el sector. “Por eso, no sabemos cómo se va a seguir moviendo el comercio exterior hacia Siria por ambos factores”, agregaron industriales yerbateros.

El mate es una bebida profundamente arraigada en la vida cotidiana de los sirios. Su historia con la infusión sudamericana se remonta a la Primera Guerra Mundial, cuando, a principios del siglo XX, muchos inmigrantes sirios que llegaron a la Argentina y otros países sudamericanos trajeron consigo la tradición de consumir mate. Hoy en día, esta bebida forma parte integral de la vida diaria en Siria.

Allí el mate se consume principalmente de forma individual, en pequeños vasos de vidrio con bombilla, aunque también se utiliza en mates de calabaza, madera o cerámica. Cada persona tiene su propio mate, pero todos comparten la misma pava, que se coloca sobre la mesa o en el suelo, acompañada de una garra portátil para mantener la temperatura. Además, el mate se presenta en forma de infusiones en saquitos y cápsulas, e incluso se consume como bebida fría en forma de tereré.

Por Pilar Vazquez
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