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10/12/2024 | La Nacion
-Aún falta avanzar-: el campo reconoce los éxitos de Milei en su primer año, pero pide que cumpla una promesa clave
Los dirigentes valoran la remoción de las trabas para exportar y la desburocratización implementada en el primer año de mandato; reclaman que se eliminen las retenciones para que el sector pueda expresar todo su potencial

 

Cumplido el primer año de gobierno de Javier Milei, en el sector agropecuario se vive una sensación de alivio pero, a la vez, de ansiedad. Alivio porque quedó atrás la política del kirchnerismo de intervenir en los mercados granarios y de carne vacuna. Ansiedad porque, más allá de medidas que le dieron un giro de 180 grados a la actividad, los productores aguardan el prometido fin de los derechos de exportación para todos los productos. “Las retenciones sí podrán ser eliminadas y ese es mi compromiso”, dijo el jefe de Estado en el acto inaugural de la última Exposición Rural de Palermo. Precisamente, eso es lo que se espera en el agro en algún momento. Milei lo había mencionado también en la campaña electoral.

Lo hecho hasta el momento por el Gobierno es abundante. Desde la Secretaría de Agricultura detallaron, ante una consulta de LA NACION, lo siguiente: la eliminación de los volúmenes de equilibrio que afecta la venta al exterior de trigo y maíz; la remoción definitiva, tras su caída el 31 de diciembre pasado, de la prohibición para exportar siete cortes populares de carne vacuna; la liberación, tras 22 años, del precio de la yerba que reciben los productores, medida que ha generado malestar no obstante en el sector y un conflicto por estos días en Misiones por los bajos valores cobrados; la derogación de 160 normativas por parte del Senasa y 63 de la Secretaría de Agricultura; la simplificación, mediante una resolución del Senasa, que acepta equivalencias de otros países para sustancias activas de fitosanitarios; la reducción de aranceles a la importación de equipos de riego y sus principales componentes y la baja de aranceles para la importación de fertilizantes y herbicidas. En el Gobierno también consignan, entre otras medidas, la autorización para la vacuna bivalente en la aftosa [en lugar de exclusivamente tetravalentes], paso que, sin embargo, según pudo saber este medio, todavía en términos técnicos llevará un tiempo más. En materia ganadera se impulsó como cambio histórico la trazabilidad individual electrónica para que desde el 1° de marzo próximo se avance con un chipeo que deje atrás el actual sistema analógico. Al 1° de julio de 2026 todo el rodeo deberá tener la trazabilidad electrónica. Todo ese primer proceso lo pagará el Estado con un crédito del Banco Mundial. Luego lo deberán solventar los productores.

Por otra parte, las autoridades bajaron de cinco a dos las declaraciones juradas en el Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA) y también avanzaron con la eliminación definitiva de las retenciones a la carne porcina, a los lácteos y hubo rebajas para la carne aviar y bovina, además de la quita total para el producto que viene de categorías de vacas A, B, C, D y E.

En la agenda de los productores sigue estando, no obstante, el reclamo para que se quiten todas las retenciones. Para recordar, apenas asumió, con la primera versión de la Ley Bases el gobierno de Milei impulsaba una suba de los derechos de exportación, algo que frenó la presión del agro. En cuando a mercados, desde Agricultura destacaron que se alcanzaron más de 60 aperturas o reaperturas para productos.

“Se cumple un año de la asunción de Javier Milei como presidente de la Nación, un hecho que marcó un quiebre en la política argentina con su promesa de cambios profundos y un mensaje contundente contra la corrupción, el despilfarro estatal y las restricciones a las libertades individuales. Desde CRA hemos seguido de cerca este proceso, analizando las políticas aplicadas y sus efectos en el sector agropecuario, la economía y el interior productivo”, señaló Carlos Castagnani, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). Añadió: “Seguiremos afirmando que las retenciones siguen siendo una de las principales cargas que asfixian al sector agropecuario y frenan su potencial de desarrollo. Desde CRA hemos manifestado nuestro enérgico rechazo a este impuesto injusto y distorsivo. Si bien valoramos la eliminación de retenciones en sectores como la lechería y algunas medidas relacionadas con la cadena de la carne, consideramos que aún falta avanzar hacia su eliminación total y definitiva para todos los productos agropecuarios”.

En opinión de Castagnani, una medida que generó preocupación es la obligatoriedad del chipeo del rodeo vacuno. “Consideramos que esta exigencia implica un costo adicional para los productores, especialmente los pequeños y medianos, y no soluciona los problemas estructurales que enfrenta la cadena cárnica. Desde CRA rechazamos esta imposición y solicitamos soluciones que no perjudiquen al productor”, dijo. “Reconocemos que ha habido avances en algunos aspectos, como la simplificación de trámites y la implementación de incentivos puntuales para la producción lechera y algunas economías regionales; faltan medidas estructurales. Necesitamos una política más integral que contemple a todas las cadenas productivas y promueva el desarrollo de las economías regionales”, señaló Castagnani. “Las promesas de reforma tributaria integral no se han cumplido en este primer año, y la presión fiscal sigue siendo insostenible. No puede haber desarrollo sin un esquema fiscal que deje de castigar al campo y a quienes invierten en generar riqueza”, apuntó.

Para Castagnani, el Gobierno “asumió con la promesa de impulsar un país verdaderamente federal, pero las economías regionales siguen enfrentando desafíos históricos como el costo logístico, la falta de infraestructura y el acceso al crédito”. “Solicitamos al Gobierno que abandone las medidas que asfixian al campo, como las retenciones y el chipeo obligatorio, y profundice las iniciativas que permitan liberar el potencial productivo del agro argentino”, señaló.

Más voces
Para Andrea Sarnari, presidenta de Federación Agraria Argentina (FAA), tras el primer año de Milei en el poder “hay varios temas que aún están pendientes”.

Apuntó: “Principalmente pensar y diagramar una política para el sector que sea a mediano y largo plazo, que otorgue previsibilidad al productor al momento de definir sus estrategias productivas y que generen arraigo y desarrollo. Básicamente podemos ver algunas señales como ser que a fin de año se elimine el impuesto PAIS y repercuta en la baja de precios a los insumos y algunas bajas de DEX [derechos de exportación] en carnes”.

Según dijo, “con urgencia el sector necesita la reducción en la alta carga fiscal; las retenciones en las exportaciones, principalmente de trigo, soja y maíz siguen siendo un gran problema a la hora de pensarse como productores competitivos y con proyección”.

“Hemos aportado 22 años de manera ininterrumpida con derechos de exportación, es hora que nos saquen semejante carga distorsiva”, pidió Sarnari. Para la presidenta de FAA, otros aspectos pendientes y que deben ser políticas a mediano y largo plazo son “la oferta de créditos accesibles y pensados en los ciclos productivos y la necesidad de obra pública en materia de rutas, caminos y trenes”. Señaló que esto es clave no solo para sacar la producción sino para mejorar las condiciones de vida de quienes producen en el interior.

En este marco, para Ernesto Ambrosetti, economista, si bien los logros alcanzados por el Gobierno son muy loables desde el punto de vista macroeconómico, el negocio agropecuario se ve fuertemente afectado por la “agobiante carga tributaria”, especialmente, dijo, por los derechos de exportación que “sesgan la capacidad de inversión y con ella una mayor productividad”.

“En el corto plazo reducir y/o eliminar los mismos es un promesa que debe ser cumplida, estableciendo un cronograma de reducción hasta su eliminación. Esta medida dinamizará la economía, generará nuevos empleos y otorgará más divisas al país”, expresó.

Añadió: “El negocio agropecuario requiere también de profundas mejoras en la infraestructura de transporte, impulsar una política intermodal que brinde eficiencia, eficacia y economía, aumentando la competencia entre el ferrocarril, el transporte por carretera y la hidrovía. Por otra parte profundizar la desregulación y una mayor apertura económica inteligente reducirá los costos de producción y comercialización, mejorando el acceso a tecnología de punta que nos brindará mayor productividad”.

En opinión de Ambrosetti, el nuevo posicionamiento del país en el concierto mundial de naciones reposicionará a la Argentina como proveedor de alimentos y energías renovables al mundo, pero es fundamental la reducción de la presión impositiva y la mejora de infraestructura y minimizar riesgos.

El economista analizó que, como la política cambiaria tiende a igualar al dólar de exportación al valor del dólar oficial, es relevante que la mejora de competitividad venga por la disminución de la carga tributaria, la mejora de infraestructura, una mayor desregulación y la apertura económica.

Para Teo Zorraquín, consultor, entre los aspectos positivos del primer año del gobierno de Milei haber empezado a ordenar la macroeconomía es un “valor”.

“La baja de la inflación, la baja del riesgo país, el superávit financiero, es lo que ordenó, lo que despejó la neblina en la Argentina y lo que permite que ahora todos nos veamos las caras y empecemos a jugar en una cancha más despejada. No libre de riesgos, pero más despejada. Otro punto a favor es que no hay ninguna restricción respecto a conseguir insumos, que el año pasado era una amenaza conseguir una cubierta, una herbicida, etc”, señaló.

Según Zorraquín, con la baja del riesgo país empezó a aparecer financiamiento bancario y comercial. “Todavía a tasas que no son demasiado adecuadas, pero apareció el financiamiento y los bancos llaman para ofrecer crédito cuando antes había que salir a pedirlo”, comparó.

Respecto de las retenciones, para el consultor, el hecho de no haber tocado los derechos de exportación en los granos es “claramente el debe”. Esto siendo que hay una combinación de bajos precios internacionales con márgenes que “hoy están muy acotados”.

Para el experto, si bien el Gobierno dice que no hay un atraso cambiario, si esto se mide como los costos de lo que se expresa en pesos, sí hay un impacto. “Salarios en dólares, labores en dólares, fletes en dólares, empiezan a generar un desequilibrio que en principio el Gobierno dice que lo va a compensar con baja de impuestos; eso está en el debe; está todavía en las cosas que se deben”, concluyó.

Por Fernando Bertello
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